Durante una reunión en la que participaron Gerencia y su representante, además del responsable de gestión de calidad (autor de esta web) se determinaron los procesos que serían objeto de seguimiento y medición, así como las personas que podrían responsabilizarse de realizar los registros correspondientes para cada uno de ellos.
Tras esta reunión, se estableció que todos los procesos del sistema de gestión de calidad de la empresa debían controlarse de algún modo para detectar oportunidades de mejora de los mismos.
Tras esto, el responsable de gestión de calidad celebró una segunda reunión con los responsables de estos procesos a fin de informarles acerca de estas actividades de seguimiento y de la importancia de su colaboración.