Tal y como se ha señalado al principio de este trabajo, conocer en que estado se encontraba la organización en el momento de iniciar el desarrollo del sistema de gestión de calidad permite descubrir los puntos fuertes y las debilidades de la misma, para posteriormente trazar un plan para cubrir los requisitos dictados por el sistema que aún no se cumplían.
Tras la concienciación del personal, el estudio de los procesos de la organización, la elaboración de los documentos requeridos y tras nombrar a los responsables de cada actividad, entra en marcha una de las herramientas básicas para la siguiente etapa del desarrollo del sistema, la mejora continua.
La organización debe mejorar continuamente la eficacia del sistema de gestión de la calidad mediante el uso de la política de la calidad, los objetivos de la calidad, los resultados de las auditorías, el análisis de datos, las acciones correctivas y preventivas y la revisión por la dirección.
El principio fundamental de la mejora continua es conocer el estado en que se encuentra la organización en un momento dado y escoger objetivos y metas a alcanzar en un plazo determinado, proporcionando por supuesto, los recursos necesarios para lograr dichos objetivos.